Mostrando entradas con la etiqueta Genocidio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Genocidio. Mostrar todas las entradas

23 de enero de 2020

Proverbios de Nativos Americanos

11 maravillosos proverbios de los indios norteamericanos

Edith Sánchez ·  30 octubre, 2017
Los proverbios de los indios norteamericanos son muy especiales. En su significado trasladan un magnífico equilibrio entre la concordia, la fortaleza y a la dignidad. Y casi todos tienen como telón de fondo un amor genuino por la naturaleza.
Los indios de Norteamérica se han representado por décadas con un estereotipo guerrero. Casi todas las películas de “indios y vaqueros” los muestran como comunidades en esencia orientadas al combate. Sin embargo, la filosofía que se desprende de sus proverbios habla de una visión del mundo orientada hacia la paz y el respeto mutuo.
Aunque la mayoría de esas comunidades fueron exterminadas, buena parte de su sabiduría logró sobrevivir al genocidio. Muchas de sus enseñanzas vencieron el tiempo y la violencia. Gracias a ello, hemos hecho una selección de 11 de sus proverbios para deleite de todos. Son los siguientes.
 “Que mis enemigos sean poderosos, para que no me sienta mal cuando los derrote”.
-Proverbio Sioux-

La elección de los pensamientos

Los Dakota aportan varios de los más bellos proverbios de los indios norteamericanos. Este es uno de los más interesantes: “Piensa lo que quieras pensar, pero no olvides que tienes que convivir todos los días con tus propios pensamientos”.
Esta enseñanza nos recuerda que somos nosotros mismos quienes elegimos los pensamientos que habitan en nuestra mente. Y son esos huéspedes quienes nos acompañan día y noche. De cada uno de nosotros depende qué clase de ideas permitimos que habiten allí.
nativo representando los proverbios de los indios norteamericanos

El medio ambiente

Varios de los proverbios de los indios norteamericanos se refieren a la importancia de la naturaleza. Este, por ejemplo, llama a moderar la soberbia frente a lo que nos rodea: “Nosotros no heredamos la tierra de nuestros ancestros; solo la tomamos prestada de nuestros hijos”.
Así mismo, advierten sobre la responsabilidad del ser humano frente las demás formas de vida: “Cuando el último árbol sea cortado, el último río envenenado, el último pez pescado, sólo entonces, las personas se darán cuenta de que el dinero no se puede comer”. De una u otra manera, se adelantaron siglos en el tiempo con una enseñanza como esta.
nativa evocando los proverbios de los indios norteamericanos

Todo tiene un propósito

Las comunidades originarias proponen un sentido para todo lo que existe: “Todo en la tierra tiene un propósito, cada hierba puede curar una enfermedad, cada persona tiene una misión que cumplir. Este es el concepto de los indios sobre la existencia”.
Esto significa que cada ser, animado e inanimado, tiene una razón para existir. Su presencia en el mundo está plenamente justificada, aunque no sea comprensible para quien la perciba. Por tanto, este proverbio de los indios norteamericanos es también una llamada al respeto y a la tolerancia.

Juzgar a otros, en los proverbios de los indios norteamericanos

Así como en otras sociedades, en las de los indios norteamericanos se advierte sobre el riesgo de ser injustos al juzgar a los demás. Así lo señala este proverbio Sioux: “Antes de juzgar a alguien, camina 3 lunas con sus mocasines”.
La consideración con los demás no solo está en el hecho de ser cautelosos a la hora de emitir juicios. También algunos proverbios hacen un llamado directo a evitar hacerles daño a los demás, porque finalmente es un daño que uno se hace a sí mismo.
Así lo señala este aforismo: “Evita herir el corazón de las personas, el veneno del dolor que causes a otros retornará a ti. Debes ser sincero y verdadero en todas tus actuaciones. La honestidad es la gran herencia que dejaremos al universo”.

Aprende de los fuertes

Muchas de estas sociedades buscaban la paz, pero también estaban preparadas para la guerra.  Por eso muchos de los proverbios de los indios norteamericanos aluden a la lucha. Uno de ellos dice lo siguiente: “El valiente muere una vez, el cobarde, muchas”.
Esta sentencia alude a que el valiente es resuelto, mientras que el cobarde duda. Por eso mismo, el padecimiento de la falta de valor equivale a morir muchas veces. Esta idea del valor se refuerza en otro bello proverbio: “Si quieres ser fuerte como el bisonte, no comas bisonte, sino lo que él come”.
La frase es un llamado a mirar la fortaleza como un proceso que se realiza de dentro hacia fuera y no al contrario. Se complementa con otro proverbio Navajo que señala: “Un terreno rocoso no necesita una plegaria, necesita un hacha puntiaguda”. En este caso, exalta el valor de la acción y no de la intención.
nativo con bisonte pensando en los proverbios de los indios norteamericanos

La amistad

Las comunidades originarias de América le daban un gran valor a la amistad y a la lealtad. En este proverbio hacen hincapié en la dedicación que la amistad exige: “Recorre a menudo la senda que lleva al huerto de tu amigo, no sea que la maleza te impida ver el camino”.
Se trata de una bella frase que llama a cultivar los vínculos de amistad. Advierte también que de no hacerlo podrían crearse barreras que después resulten difíciles de vencer. La amistad necesita interés, tiempo y proximidad. De lo contrario, difícilmente sobrevive.

Caminar juntos

En esta hermosa enseñanza de los indios Ute se condensa un verdadero catálogo de lo que significa la igualdad en las relaciones humanas: “No vayas detrás de mí, tal vez yo no sepa liderar. No vayas delante, tal vez no quiera seguirte. Ven a mi lado para poder caminar juntos”.
Este, como otros proverbios de los indios norteamericanos, es un compendio de sabiduría. Aunque casi todas estas comunidades representen actualmente solo una pequeña minoría, sin duda alguna, su saber tiene un alcance universal.

15 de octubre de 2011

GENOCIDIO, ATROCIDADES Y ENFERMEDADES DEL PETRÓLEO


http://www.wrm.org.uy/boletin/97/Enfermedad.html

Miles de indígenas son desplazados de sus tierras, militarizados y expropiados en genocidios que no terminan.

La explotación petrolera se hace ocasionando daños que no son indemnizados, sin consulta a las comunidades y con la connivencia de los gobiernos de turno.

Empresas transnacionales como Shell, Repsol, Maxus, se apropian de espacios territoriales con el pretexto de la “utilidad pública”, contaminan cuerpos de agua, cauces de ríos, deforestan bosques primarios y generan impactos que destruyen futuro.

1.- En COLOMBIA las actividades petroleras acabaron con:

a) Los Guahíbo -que habitaban en las sabanas de Arauca-, arrasados por la empresa Occidental Petroleum.

b) Los Yariguis y Aripis fueron exterminados por la Standard Oil en 1915;

c) En 1931 agredieron con contundencia al pueblo Bari-Motilón las empresas Gula, Mobil y Texas Petroleum, con asesinatos indiscriminados, vallas electrificadas o con entrega de SALES ENVENENADAS que lanzaban desde aviones como regalo.

d) En 1960, los pueblos Inga, Siona y Cofán fueron desarticulados y sus ríos convertidos en alcantarillas de las industrias petroleras.

e) En 1980, Occidental y Shell sometieron a los pueblos Sáliva y Sicuani, Betoyes, Hitnu o Macaguanes, Hitanú o Iguanitos y Dome Jiwi, expropiándoles el 70-95% de sus territorios y dejándolos en la pobreza más indigna.

f) En 1991 se asesinaron 243 dirigentes indígenas de los pueblos Zenú, Koreguajes, Pastops y Pijao.

g) En 1992, la empresa Fronteras de exploración inicia el genocidio del pueblo Nukak

h) A finales de los 90, Occidental arremete frontalmente contra el pueblo U´wa.

No son casos aislados.

2.- En Ecuador:

a) Empresas como Texaco acabaron con el pueblo Tetete y arremetieron contra los pueblos Signas, Secoyas, Cofanes y Huaoranis, llevándolos al borde del exterminio.

3.- En Perú:

a) La Shell llevó al borde de la extinción al pueblo Nahua.

4.- En Nigeria:

a) La petrolera estadounidense Chevron Texaco sigue acusada de cometer violaciones atroces a los derechos humanos en las comunidades del Delta del Níger, en tres incidentes perpetrados entre 1998 y 1999 contra las comunidades de Ilaje, Opia e Ikenyan. Los ataques incluyeron asaltos con armas de fuego contra gente desarmada, ejecuciones sumarias, tortura, maltratos, destrucción injustificada de propiedades y arrasamiento de su ambiente y sus formas de vida.

La degradación del ambiente incluyó la pérdida de fuentes de agua dulce a medida que la compañía fue abriendo numerosos canales para meter sus equipos desde el mar hacia la costa.

Dice Bola Oyibo, líder de un grupo de 121 jóvenes de 42 comunidades que avanzaron sobre la plataforma Parabe, de Chevron, para protestar contra la destrucción continua de su ambiente: “Por años, Chevron ha entablado sistemáticamente una guerra en nuestras tierras, bosques y aguas. Vayan a la comunidad de Awoye y vean lo que han hecho. Todo está muerto: manglares, bosques tropicales, peces, agua dulce, vida silvestre. Todo matado por Chevron…”

b) Por su parte Shell, también en Nigeria, comenzó las perforaciones de los pozos petroleros en Owukubu sin consultar a la comunidad de Odioma. Eso generó una crisis comunal que desencadenó una serie de fatalidades como el asesinato de más de 1.500 personas, cientos de heridos, unas 3.000 personas detenidas como rehenes y numerosa población en fuga hacia el bosque de manglares y otros poblados (ver Boletín Nº 92 del WRM).

5.- En Indonesia:

a) La provincia de Riau, en la costa de Sumatra, ha sido catalogada durante largo tiempo como una zona rica porque allí se encuentran yacimientos de petróleo –además de minería, gas y miles de hectáreas de plantaciones de palma aceitera. Pero los ingresos que generan esas actividades no han enriquecido las vidas de la comunidad de Riau. Por el contrario, las tasas de pobreza han alcanzado al 40,2% de su población de 4,8 millones de habitantes. El actor principal de la explotación petrolera es PT Caltex Pacific Indonesia (CFI), propiedad de Chevron Texaco.

Dentro del cuadro de pobreza de Riau, la tribu Sakai es víctima directa e indirecta de la acción petrolera. Viven al filo del bosque y a lo largo del río Siak, cuyas aguas utilizan para bañarse, comer y beber. Pero esas aguas están contaminadas, y siguen utilizándolas porque no tienen otra opción. Su comida diaria es una especie de tubérculo (ubi mangalo) que crece alrededor de las casas. Aunque es considerado tóxico, el pueblo Sakai continúa comiéndolo porque se han acostumbrado a sus efectos secundarios y más que nada porque ahora no tienen casi opciones de comida en el bosque.

A los genocidios de pueblos enteros se suman las muertes aisladas, ESCONDIDAS, provocadas por accidentes petroleros y por la terrible contaminación que generan.

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN POR PETRÓLEO:

La contaminación se pone en contacto con el organismo a través del lavado personal, el consumo y la respiración, generando así enfermedades en la piel, en el sistema respiratorio, en el aparato digestivo, a nivel de ojos, oídos y garganta, trastornos ginecológicos.

También contribuye a aumentar la desnutrición, la anemia, la tuberculosis, los abortos.

La tasa de cáncer aumenta enormemente en las poblaciones cercanas a las fuentes de contaminación, y afecta más a los menores de 14 años.

Los pozos de agua cercanos a las piscinas de crudo quedan contaminados con los químicos que se filtran, matando además a los animales cuya cría, para muchos integrantes de las comunidades, cumple la función de autoconsumo, comercio y reserva económica para momentos de emergencia. Su desaparición, para estas familias, supone arrojarlas a la pobreza y despojarlas de su soberanía alimentaria.

Una vez que pasa a depender del petróleo, el Estado se encuentra con dificultades para diversificar su economía y fomentar otros sectores que aporten más beneficios directos a los sectores desposeídos. La dependencia del petróleo se convierte en un obstáculo para los tipos de actividad económica que favorecen a la población de bajos recursos.

Lejos de ser el proclamado “oro negro” que traiga prosperidad y bienestar a los pueblos, el petróleo termina creando un círculo maldito de empobrecimiento, contaminación, enfermedad y muerte.

Artículo basado en información obtenida de:

1.- “América se escribe con sangre”, Adolfo Maldonado Campos, mayo 2005, Acción Ecológica, correo electrónico: cmonitor@uio.satnet.net;
2.- “Chevron, mano derecha del imperio”, 2005, Informe de Oilwatch, http://www.oilwatch.org.ec/;
3.- “Ecuador ni es ni será ya país amazónico. Inventario de impactos petroleros”, 2001, Acción Ecológica, http://www.accionecologica.org/webae/index.php

PARA PENSAR:

De qué sirve que los habitantes de estos sectores tengan casas de lujos, equipos modernos, sistema eléctrico, alcantarillado, etc.

a) Si el agua se contamina y no tendrán para beber.

b) Si los animales se mueren por las toxinas que el petróleo ocasiona en los vegetales.

c) Si el aire mismo apesta a petróleo.

d) Si no habrán ríos para bañarse y las enfermedades matarán a la población.


Ing. José Joaquín Loayza Navarrete
Telf. 042280442 celular 095921279 Guayaquil Ecuador
Emails: josejloayza@yahoo.es josejloayza2010@hotmail.es

12 de octubre de 2011

Reflexiones sobre el 12 de Octubre: El mayor genocidio de la historia

http://www.youtube.com/watch?v=Rrxiy3dOnfg

Miguel Manzanera

Rebelión

Hace un par de años, un amigo del que me honro, Esteban Mira Caballos, publicó un libro excelente, Conquista y destrucción de las Indias, en el que intentaba averiguar la veracidad de Bartolomé de las Casas en su narración sobre la invasión española y portuguesa de América, la Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Esteban es historiador de la Universidad de Sevilla, especializado en el tema de América, y su libro ha levantado ampollas entre profesores y catedráticos de la universidad, sus compañeros de estudios de ideología conservadora.

Pero ha sido alabada por Josep Fontana, catedrático de la Universidad de Barcelona y uno de los historiadores más prestigiosos de nuestro país. La integridad intelectual de Esteban está fuera de sospecha: para preservar su libertad de pensamiento, prefiere ser profesor de secundaria y escribir lo que cree verdadero sin depender de nadie. Gracias a ese talante independiente podemos disfrutar de sus aportes innovadores sobre la historia de España.

En ese estudio demostraba que la descripción lascasiana del genocidio americano no tiene un ápice de exageración. Se cometieron barbaries increíbles, crímenes incontables, asesinatos, violaciones y torturas por miles de miles, un reinado del terror para someter a la población indígena del Nuevo Continente recién descubierto.

Las Casas habla de millones de muertos, pueblos enteros pacíficos y hospitalarios fueron pasados a cuchillo en el continente, archipiélagos del Caribe devastados quedaron desiertos de seres humanos tras la invasión española, guerras desiguales en las que unos pueblos desnudos y con flechas rudimentarias se enfrentaban a hombres acorazados y armados con armas de acero y fuego; también nos habla de los asesinatos de niños y mujeres embarazadas, de las miles de personas quemadas en la hoguera o empaladas en estacas, de los castigos corporales y el trabajo excesivo, etc.

Esteban Mira ha investigado en los diferentes Archivos de Indias, que contienen los documentos de la conquista, para comprobar que todo lo que cuenta Las Casas es verídico, no pertenece a la fabulación del teólogo dominico, sino a los hechos históricos.

Hoy se calcula que el 90% de la población americana desapareció en ese choque de civilizaciones, 70 millones de muertos. Cierto que las epidemia causaron una buena parte de la mortandad; pero también es cierto que la reducción de los pobladores originarios del continente americano a la esclavitud, mediante la práctica de la encomienda, debilitó espiritualmente y corporalmente a los aborígenes con castigos y penalidades, imponiéndoles el trabajo hasta la extenuación. También es cierto que hubo una legislación protectora de los indios, pero sin efecto ni aplicación, fue puro papel mojado para salvar la cara de la monarquía española. La conquista de un territorio tan vasto como el continente americano fue un prolongado acto terrorista en el que una jauría de lobos entro a saco en un rebaño de corderos.

Un argumento que se ha dicho para justificar ese horror es que cualquiera habría hecho lo mismo; incluyendo en ese cualquiera a las propias víctimas. No se puede ignorar el grado de incapacidad moral y la falta de penetración psíquica que contiene esa falacia. En primer lugar, equipara las víctimas a los criminales, todos son lo mismo: si la víctima pudiera se convertiría en verdugo.

Pero el hecho es que esas víctimas padecieron los crímenes contra la humanidad, no fueron ellos quienes los cometieron; y los verdugos atentaron contra los derechos humanos sin merecer el más mínimo paliativo. No se puede comparar lo uno y lo otro. Y en su mayor parte la población americana -aún sometida a los imperios azteca, inca y maya-, vivía en paz antes de la conquista. Las Casas describe a los indios como pueblos pacíficos y tranquilos, asaltados por criminales sin escrúpulos.

En segundo lugar, la falsedad de ese argumento no reside sólo en su descalificación de la especie humana en general, sino que indica una peligrosa identificación con los vedugos. Hay que decirlo bien alto y claro: los españoles han sido peores que otros pueblos –y posiblemente lo siguen siendo-; el que se identifique con lo español, con el Estado y la Iglesia de España, es sospechoso de intenciones genocidas.

Pues la historia se ha repetido muchas veces, comenzando por la conquista y destrucción de al-Ándalus por los reinos cristianos de la península, siguiendo por la conquista de América, continuando con las guerras de religión en Europa, con la criminal guerra de Cuba y también, ya en el siglo XX, con el genocidio de la guerra del Rif contra la República revolucionaria fundada por Abd-el-Krim. La culminación de esa historia de crímenes fue la guerra civil, un nuevo genocidio contra los pueblos de la península ibérica.

Se ha repetido hasta la saciedad también que el objetivo de la conquista fue la conversión de las masas americanas al cristianismo, la redención de las culturas indias que todavía se encontraban en el paganismo. Se ha hablado de los hechos heroicos que se realizaron en pos de esa grandiosa hazaña por la fe católica.

Toda esa épica se puede desmontar en pocas palabras, cuando se conoce la verdad de la historia: los conquistadores no fueron héroes, sino asesinos. Y su objetivo no era la salvación de los indios, sino la búsqueda de oro y plata para enriquecerse y labrarse un futuro de prosperidad al regresar a su patria. Esas riquezas eran robadas a los indígenas americanos, después de matarlos. La mayor parte de los metales preciosos adquiridos era destinado vía impuestos a engrosar las arcas del Imperio, exhaustas por las continuas contiendas entre los Estados europeos.

La monarquía española permitió todas las atrocidades porque necesitaba oro y plata para financiar sus guerras en Europa contra los herejes protestantes, buscando su sometimiento a la fe católica. Además recuérdese que los indios tuvieron que trabajar como esclavos en las minas, tras el descubrimiento en Potosí de una fabulosa montaña, llena toda entera de minerales preciosos que hoy en día, después de 500 años, todavía está en explotación.

Buena parte de ese oro fue derrochado por los españoles. No sólo por la financiación de las guerras, sino para la importanción de mercancias. La llegada masiva de metales preciosos a las economías de los reinos peninsulares -Andalucía, Castilla, Valencia, Galicia, Cataluña, etc.-, provocó una inflacción de precios que acabó por hundir la actividad productiva, ya deteriorada tras la derrota del movimiento comunero -de carácter burgués y artesanal-, y la expulsión de moriscos y judíos marranos de la península ibérica. De ese modo desapareció una rica y floreciente industria que se había desarrollado en los albores de la Edad Moderna en la península ibérica.

Con la economía hundida, la mayor parte de las mercancías que se consumían en la península ibérica provenía del extranjero. Por eso, la mayor parte de los tesoros importados desde América acabaron en las arcas europeas. Como dice Quevedo, don Dinero nace en las Indias honrado…, viene a morir en España, y es en Génova enterrado.

La cantidad de oro y plata llegada de América fueron utilizadas para acuñar moneda en Europa, de modo que el comerció floreció y con éste la industria. Es la etapa mercantilista del primer desarrollo capitalista: mientras el Imperio español dilapidaba sus ganancias fácilmente conquistadas con el robo y el crimen de los pueblos americanos indefensos frente a los codiciosos españoles, los Estados europeos se empeñaban en atesorar metales preciosos para garantizar el comercio y la prosperidad de sus países.

Una prueba más de que el Imperio y el capitalismo van siempre juntos. Dicho se de paso, en eso se equivocó Lenin cuando dijo que el imperialismo es la fase superior de capitalismo; por el contrario, el imperialismo, la rapiña de materias primas para impulsar el desarrollo económico, es la otra cara del capitalismo desde sus orígenes. Lo que pasa es que aquel capitalismo incipiente estaba naciendo entre los pliegues de la monarquía absoluta, protegido por ella; pero también en guerra contra ella. Dicho sea en honor de los holandeses y su guerra de independencia contra el Imperio de Felipe II.

Lejos de los fastos del Descubrimiento, lo que mañana tenemos que conmemorar no son las hazañas gloriosas de nuestros antepasados, sino los crímenes injustificables de nuestra historia. Un día de meditación y humildad, solicitando el perdón de las víctimas y ofreciéndoles la necesaria reparación.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Emprendimientos de Salinas de Bolívar

A través de un proceso sostenido de trabajo se han creado microempresas que nacieron de pequeñas ideas y se convirtieron en proyectos con...