Biografía de Dolores Cacuango
Desde niña supo lo que era el hambre, la soledad y la tristeza. Era analfabeta, pero en Quito, trabajando de empleada doméstica, aprendió el español.
A principios de 1900 el liberalismo propuso la emancipación indígena, que permitía romper las ataduras que mantenían a los indios ligados de por vida a la hacienda. Pero en la práctica tomó muchos años y en 1919 estalló la primera rebelión de los indígenas, cansados ya de la explotación en el huasipungo(=terreno de una hacienda donde los indios siembran sus propios alimentos). Liderados por Dolores Cacuango, exigían el respeto a los indígenas y la abolición de la esclavitúd.
Para los indígenas defender la tierra era primordial y siguieron los alzamientos reclamando justicia. La Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) la invitó a viajar a Cali al Congreso Latinoamericano donde expuso la realidad de los trabajadores del campo y su lucha contra los gobiernos de turno.
Dolores con coraje y valentía, formó sindicatos agrícolas en Pesillo, y en 1944 fundó junto a Tránsito Amaguaña y otros defensores de los derechos humanos, la primera organización indígena del Ecuador, la Federación Ecuatoriana de Indios; fiel a sus convicciones de unidad nacional, continuó recorriendo el país, convocando a la integración de todas las personas, a la solidaridad con los desposeídos. Fue precursora en la lucha por los derechos humanos.
En 1946 fundó la primera escuela bilingüe (quichua-español), que seguían los programas del Ministerio de Educación y además incorporaban elementos de la cultura indígena. Pero la presión de los terratenientes y del Gobierno que rechazaban la educación de los indios, hizo que en 1963, la Junta Militar prohibiese el quichua en las escuelas.
El liderazgo de Dolores
Cacuango fue indiscutible. Y sus palabras, más que un discurso político, fueron
un ariete contra la injusticia y el maltrato a los indígenas. Su liderazgo se
impuso sin ninguna duda, manejaba un discurso sencillo y claro, puesto que
debía exponer razones y defender planteamientos, ya que llevaba la voz de su
pueblo y lo hacía con profundidad, belleza y elocuencia, aquí un ejemplo:
“Nosotros somos como los granos de quinua: si estamos solos, el viento nos
lleva lejos, pero si estamos unidos en un costal, nada hace el viento,
bamboleará, pero no nos hará caer”.
Dolores Cacuango siguió
una línea de vida intachable, incorruptible, libre de ambiciones personales.
Ceder, congraciarse con los patrones, significaba retroceder, entregar la lucha
a los enemigos de siempre. Significaba dejar de ser un dique para ellos, para
sus futuros y nefastos propósitos.
En su historia de vida,
las pocas fotografías que se han logrado recopilar presentan la imagen de una
mujer que conserva su indumentaria: sombreros, fachalinas, fajas, polleras de
lana y camisas de algodón,
elementos que identifican y caracterizan el ser indígena, acción de por
sí valiente en épocas y sociedades en donde ser indígena implicaba ser víctima
de discriminación, despojo, explotación y abuso. Similar situación ocurría con
el conocimiento y uso del idioma, y que en el caso de Dolores, era su principal
instrumento de comunicación con sus compañeros de comunidad a quienes guiaba y
motivaba a liberarse.
Las retaliaciones no
lograron amedrentarla. Al contrario, templaron más su espíritu rebelde, su fe
en la lucha, necesaria para los pueblos indígenas.
Por eso solía decir,
tocándose en la mitad del pecho: “Yo, aunque pongan la bala aquí, aunque pongan
fusil aquí, tengo que reclamar donde quiera. Tengo que seguir luchando. Para
vivir siquiera libertad en esta vida.”En 1971, la conocida como "Mamá Dolores" murió a los 90 años, fue una mujer transgresora, incansable luchadora y conductora del pueblo indígena. Varios años después de su muerte su lucha y valores humanos son reconocidos y en 1998 La Asamblea Nacional Constituyente permite el sistema de educacion intercultural bilingüe. En su nombre se han creado escuelas y centros como la Escuela de Formación de Mujeres Líderes Indígenas.
En el Día Internacional de la Mujer en 2009 la UNESCO abrió una exposición en su sede de París, como homenaje al esfuerzo y la lucha de esta líder indígena. "Semillas de un sueño" es el título de la muestra donde se expone la historia de las mujeres y los derechos de los indígenas en el Ecuador.
Entrevista a Dolores Cacuango (archivo histórico)